miércoles, 27 de octubre de 2010

Salto al vacío

 
Sentir la gravitación del cosmos como una agonía
La fuga acelerada de las partículas de luz y polvo
La acumulación tensa de los maderos en la tormenta
El lila de la tarde tendida sobre las lomas vestidas en flor
El frío como navaja que corta el aire en las mejillas
Aquel  cuerno mágico de narval persistente en tempestades
Para así delegar al amor y sus maleficios a los no iniciados
Y saltar al vacío de esta hora sobre un cuerpo imposible
Sobre unos labios siempre abiertos que devoran todo
Y así terminar conmigo.

viernes, 22 de octubre de 2010

flor de cenizas



Polvareda en los caminos de amancaes
el largo río es un pañuelo contra el secor
Cantan las rocas como huevos en la sartén
y las escurridas miradas de los grillos
se pierden como el pasto amarillo de estas horas
al hacerse polvo del polvo que cubre el camino.
Ya no hay hombres en el orbe
todo es tan delgado que casi se rompe con el viento
un fantasmal huracán de buitres pinta la tarde en negro
de entre mis huesos lo veo 
un apocalíptico escarabajo
que asegura que todo estará mejor y no hay que temer
recorre mi envergadura hasta los primeros astros
mientras sonría como la luna
en menguante

viernes, 15 de octubre de 2010

Rizoma



Busco pistas en la oscuridad
en el descuidado resquicio de la luz
por donde se cuela como polvo
aquella filigrana olvidada de sol
que enriquece la alucinada creatividad
y cincela la roca dura de las costumbres.

Escarbo en lo profano de la memoria
para desarmar los credos
-o al menos recuperar aquel poco de fe
que se asfixió en los simulacros-
que los labios de la tierra escenificaron
para confundir las evidencias con la ceguera.

Abraso con toda mi voz las hojas sueltas
un soplo al descuido hace humo
y descubre el tizne añejo de las paredes
desahuciados los intentos de edificar
la narrativa de distantes sangres
rindo el juicio a las dudas y a las ganas.

Los potros salvajes de la razón sin freno
como prolongados orgasmos hacen desfallecer  
al más preparado de los guerreros
las profundidades son insalvables
incluso a flor de tierra
recolecto el eco de mariposas
en el desván de la tarde y sus fósiles pétreos
las lágrimas heridas del mar
solo cambian de color en octubre
como a esta hora.

Sazonados los mendrugos de esta hora
limo con algo de maniática redundancia
el dorso de las letras en cruz
descubro sin asombros una maldición común
en la espalda de todos
y en los ojos de algunos una ceremonia
que colinda con la muerte y la orgía.

Cómo sobrevivir a todo este clima y sus presagios
las mieses recolectadas son heredad del pasado
el presente se aloja en la fuga acomodada del segundero
el carnaval intacto del tempo y la disolución
parca de los nódulos del compromiso
dibujan una sonrisa irónica de carbón en la roca
donde están congelados hasta mi regreso
indefinido incluso para los oráculos del circo...

viernes, 8 de octubre de 2010

Princesitas de Balcón


Sus derramadas risas llegan desde los altos del balcón
colindante con la calle primera
estrepitosas carcajadas desentonan con la tarde tibia
reñidas con el viento cargan su eco
Aquellas dulces damiselas de bucles soleados
se tienden largas como las horas en los devaneos
sus ingenuas miradas esconden los secretos
de aquellas dulces V de sus piernas bajo la ducha
el tacto maníaco de la flor del delirio mientras exploran los tonos explosivos
los fastuosos oropeles del misterio en las profundas galerías de sí mismas
el fuego volcánico de anémonas y sierpes
la madriguera del leopardo y el relámpago.
Sus miradas ingenuas, sus ojos a medio abrir, sus susurros de mosquita agónica
Todo combina con la inquietante mirra de sus delicados afeites
y aquel delgado humo que soplan a escondidas
antes de salir lindas y arregladas
a misa de 6 agarraditas de la mano.

viernes, 1 de octubre de 2010

Cóctel de sal



Los golpes del mantra y las llagas en las manos
los labios, la espalda, el silencio de la sangre
todo parece pensado con rigurosa exactitud
como el cuello del cisne
y el receptáculo de las flores
el delicado equilibrio de los planetas
la conspiración universal en estéreo
imantados de realidad albina
danzan los ojos de la duda sin disimulos
en las pesadillas me abrazo al rencor y al deseo
soy el ángel exterminador exterminado
por un par de labios de alta fidelidad
que saben o lo intuyen
con el peso de la certeza
que la fiebre llega a mí como mar al río
y por ello se hacen nubes pasajeras.