viernes, 12 de agosto de 2011

Tocando fondo



Embaucado por la sonrisa de un áspid
corro por el campo
como un criminal excomulgado
ciego
que huye sin rumbo
perseguido por los recuerdos
sombras de un tiempo que fue
Y que gracias a la crueldad de la metáfora
sacudo el polvo urticante
de la verdad
y la agonía de estar vivo
es solo algo pasajero….

Yo sé que no me entiendes
que tienes la razón en los reclamos
acepto que mi fuego
no logra prender
la cabeza de un fósforo
créeme, la muerte es similar a mi dolencia

Me dueles como nadie
más allá de los huesos, en la historia
quiero ser tu sombra y protegerte de todo
no quiero lo malo para ti
y soy lo peor que te ha pasado

Me hundo en un pantano
y cuando atiento el fondo
con la punta de mis pies
es tu mano la que siento
sujetar  mi cabeza….

sábado, 6 de agosto de 2011

Restos de ayer eterno



Antes de ayer
la luna era un tablón de yeso
que flotaba apacible
sobre un colchón
de nubes -ingrávidas e inconscientes-.

Del universo de pasiones
apenas iluminaba
las que a tierra ataban a una especie
que deseaba tener alas para columpiarse sobre las olas
y limpiar su memoria de tanta sangre

La noche
meneada cola de fuerte viento
marejada azul de puerto alegre
respiraba el aire ausente
la humareda reciente
ocultaba los cadáveres
de ayer
solo quedaban aullidos
ocultos entre las piedras
tañido de cornos
amarillos gritos
sepultados
sepultureros

Un príncipe en duelo permanecerá
sentado a la diestra
entre sombras de otros tiempos

Pulía su espada
abrillantados fantasmas del futuro
llegan cansados
él les tiende un vino cargado de amarguras
y una cuerda
para visitar el infierno...

Alla lejos
antes que antes
una amplia quijada de dientes blancos
a lo "joligud"
dejó caer a Little Boy
que fundiría 
con su abrazo
cuerpos y sueños
como una bofetada.

viernes, 5 de agosto de 2011

huracanes de hastio


topacio
bajo
como espina
sin sol
sobre las salpicaduras de la calle
tras Emily
que no termina de pasar.

cansado
hasta la saciedad
como un edificio añejo
y una voz distante
en la esquina más olvidada
invade la intimidad
para no decir nada
y sin dejar rastro
-como siempre-
largarse a ninguna parte
que es su morada