Sentí su palma en el pecho
El mordisco en el costado
Profunda sensación
Huesos y diente en contacto
quemante
Sangre y saliva fluyendo juntas
como un sortilegio
Abro los ojos como soles
asfixiados
En el sopor humeante de la tarde
Contemplo mi renacido cuerpo
Oloroso a cubil y hembra
Recorro la espesura
Como un candirú en los arroyos de la noche
y sus piernas
No me pierdo
Rujo del contento
Sin contenciones
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