martes, 9 de julio de 2013
Tarde mojada
es que siempre pasa
cuando llega la tarde
y se desploma la mirada
el ímpetu expansivo del ahora se pierde
en el aire
como un río
como un manantial declinado
el eco retumba en todos los idiomas
y las paredes como un insulto
una cárcel tutelar
como una blasfemia
la tarde cae
abrazo el humo apretado del tabaco
ahogo la sed en el café
y yo con ellos
y el pecho de cristal desea saltar de mí
rodar colina abajo
buscar como un rabioso sabueso las
huellas
el rastro de una historia allende mis
huesos
pero el caparazón es duro
el cielo anuncia agua
y silencio
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