lunes, 30 de marzo de 2009

RUNPTURA




se rompe tu corazón
y no puedes detener el curso de las cosas
los días pasan sin prisa
en el desvelo callas
intentas encontrar respuestas imposibles
abrazas el almohadón
como si fuese el ser amado, esperado
desgarras las plumas de la memoria
los retratos
las palabras escritas
las tarjetitas de cumpleaños
las promesas de navidad

rasguñas
raspas
husmeas
lames
inhalas
y vuelves con violencia
a relamer las heridas
procuras –insistentemente como un maníaco-
rescatar las sobrantes huellas
resarcir la erranza de sentidos
enmendar los yerros del oprobio
los sinsabores de las lápidas que su paso fue dejando

cada huella que dejó es un atentado a la memoria
te has transformado en un suicida/homicida
cuanto le nombra son balas dagas piedras
tiras del gatillo cotidiano y esperas reventar como un globo
derramarte escaleras abajo
pero nada consigue que evites pasar por sobre el empolvado recuerdo
y no romper las huellas de su ausencia injustificada

no quieres deambular las calles estigmatizadas
–pero es como un imán más fuerte que tu voluntad-
y te encuentras vagando por esos lugares
donde todo está lleno de su presencia
todo…menos tú –y eso te duele más que una bofetada-
intentas lo indecible –lo impensado-
elixires
pomadas
conjuros
pócimas
brebajes y bebedizos
brujería en blanco y negro, igual que en mil colores
para hacer añicos los vestigios de su ausencia
vas y vienes sin comprender su terca partida
su obstinado no retorno
pero callas –mientras masticas el odio que amarga tu garganta-
y tiemblas
ya las lágrimas
de tanto fluir como ríos
no saltan de tus ojos afuera – y ya a nadie le importa-
eres un recipiente que llenas de penas
eres un pozo de cristal donde zozobran los suspiros
escapas a todo contacto
asumes la periferia incluso de ti como el leitmotiv
sombra de tu sombra
enfermedad que enferma
temes romperte en mil pedazos
temes la luz como a la sombra
y sientes que en tu pecho no hay cabida para nada
que nadie lograra soltar tus labios
que no eres más que lúgubre enmascarada
superficial manifestación del amasijo en que has terminado
material presencia que es –o está, cómo saberlo-
solo al contagio de lo acostumbrado
solo en la obligación inalterable de estar en pie
de caminar
de respirar
de simular las sensaciones
y los goces
las alteradas sonrisas de sátiro
gran simulador del simulacro
simulación lamentante que intenta esconder lo que fuiste
de las miradas ajenas que no entienden
lo que fue el sueño
el compromiso
la vida conyugal
los hijos
y todas las tejidas promesas en el diván

el espejo no miente…
copia de lo que fuiste
sombra de lo que has sido
cuando todo ha pasado y te lo dicen
sin impunidad
"no volveré a tu lado"
“ya tengo a alguien más”
y quieres correr
morir para nacer nuevo
y no sentir más nunca nada
pues no aguantas
ser tú
y ser uno
como la noche

de tanto no poder
ya solo quieres levantar vuelo
largarte por la esquina
perderte entre las olas
y en una madrugada desaparecer
cual si fuese un naufragio de tu carne
y en él nunca más detenerte
hasta llegar tan lejos
hasta llegar al fondo
hasta olvidarte de todo
incluso de que alguna vez amaste

…e iniciar de nuevo