lunes, 6 de abril de 2009

Via Crucis



GOTÁN (Juan Gelman)

Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.

Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus
manos.

Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.

Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté,
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.




VIA CRUCIS

Camino a ciegas
con esta cruz
entre el cielo y la tierra
al Golgota
que me han impuesto

el valle está regado de lágrimas
nada detiene el caudal
mano sal y sangre
por donde antes
brinda leche y miel

necesitado de mi muerte
-pequeña e insignificante-
me presento al día de hoy
clamando Señor que me escuches
implorando que no te olvides
reclamando que no me avandones


esta agonía debe terminar
requiero renacer
y ser nuevo para sentir
otra vez las suaves
caricias de la mañana
el incontrolable deseo de estar
de ser
de sentir
al mundo
como un territorio
lleno de la luz
de sonrisas

necesito salvarme
de toda esta oscuridad
en la que me siento ausente
perdido
condenado

ya casi sin voluntad
aceptando el designio
de este sino fatal
como una ofrenda
para que alguien más
sea feliz
tanto
como lo fui un día