miércoles, 25 de noviembre de 2009
cuarzo
reventar de ola fosilizado por la dureza de los elementos
envidia de la sal y el agua,
sublime como hostia
arrogante como perla
lágrima terrestre
hermanada a la luna
y la demencia plutónica
de mis alterados elementos
suspiros de acróbata
domingo, 22 de noviembre de 2009
efectos colaterales
sábado, 21 de noviembre de 2009
viernes, 20 de noviembre de 2009
fuga
agualuna
martes, 17 de noviembre de 2009
rotacion crepuscular
Las cosas, si se puede llamar cosa a todo aquello,
digo, las cosas, por no lastimar los nombres,
insisto, cosas, objetos de naturaleza externa
rastros de meteoros dejados al azar en el espacio
ya no cuchara plato pan café desayuno, cosas simplemente
materia conectiva instalada en los límites de mi percepción
en el ámbito de mi legibilidad
sobras de materia, energía compactada presas de la gravedad
sin mitos, víctimas del lenguaje.
lunes, 16 de noviembre de 2009
La disolución del sentido y el reverso de la nada
con asombro de buitre
cual espanto que destierra palabras
en silencio y escondido entre grafías
como quien relame profundas cuencas talladas en la roca
cual puñal de sacrificios
descubro en la oscuridad
que soy tan solo tiempo
lenguaje y tiempo
que si soy algo es casi todo
que si soy todo es casi nada
que dios es leguaje y tiempo
y somos uno
y cojeamos bastante
miércoles, 4 de noviembre de 2009
Tratado sobre la insistencia de la desmemoria y un espejo oxidado
Acelerados a todo vapor rugieron como dragones
las serpientes de luz en la mirada
les condujo en un pestañear
a los bajos fondos del instinto
allí como corderos entregados al sacrificio
se desnudaron en silencio
cual hambrientas bestias devoraron los pétalos de las sonrisas mutuas
como fieras, intentaron saciar el apetito de la especie
contoneaban caderas, entrelazaron extremidades, cual si bailaran
gritaron, se ahogaron, gimieron y sonrieron al final con tanta lascivia
que podían incendiar el amanecer como un cigarro.
Clavaron como puñales sus ojos en los ojos ajenos
Aceleraron una vez más el paso hasta las praderas
allí cabalgaron cual salvajes potros sin amo
siempre libres, siempre ajenos
No hubo compasión
bulló la fiebre azul como hormiguero
y el juego de dados, y la cábala, y las interminables yes que preguntan al futuro
arrojaron ceros y dibujaron signos indescifrables como medusas sonoras
en la lengua de las avispas del destierro solo ecos ahogados
eran piedras, lápidas, eternas marcas que un gemido borraba.
El cuarteto de ojos calló como presa sometida por felinas fuerzas
así aprendieron a palpar, como el niño que lame su helado al salir de la escuela,
esa caligrafía eterna de poros y sudores, saliva, semen , lágrimas.
En la paleta del pubis mezclaron cuidadosamente los elementos
fueron la base primordial de la pintura del universo.
A esta hora solo dios sonreía y los amantes lo contemplaban con indiferencia.
Los aullidos del desierto ahogados se expandieron por la infinidad superflua
fueron como el segundo exacto de la noche en punto
como el color metálico de las doce sin luna
como la onda expansiva del orgasmo de las madreperlas y los corales
así fue la noche primera cuando el universo se alivió
y perdió en lontananza sus fronteras.
Hubo un tiempo antes del ayer
como un lunes en la tarde
como un veinte de enero cualquiera
como el sol de seis tras un aguacero
hubo un tiempo sin tiempo en los relojes coagulados
allí sembré tus manos y tus besos
como dos mangos
y aún espero ver nacer las flores del pasado.
martes, 3 de noviembre de 2009
vialáctea
destellos de tormenta pasada
En la soledad más sola descubrí la luz
cobre presencia cristalina de concreto
como un negativo sepia calcado del ayer
mi historia se tendía cual ramera en la arena del naufragio
y caminaban sobre mí las hormigas del presente atolondrado
era un agujero tu mirada taladrante
el martillo de tu voz me abofeteaba la insolencia
y contemplaba desde los bajos fondos del yo
los destellos de la estatua en que te habías transformado
la estatura de mármol y el rigor de la geometía de tu peso
me aplastaron tus pestañas, me desnudó tu sonrisa
y en el lago del pasado me encontré al pie de tu sombra
consolando mis auto laceraciones con puñales de sal
conjugando mi poca cosa con la grandeza del cosmos
jugando a ser dios con un as negro de bastos oculto en las solapas
Suscribirse a:
Entradas (Atom)