miércoles, 4 de abril de 2012

Eclipse lunar y cafe con cigarro



De pronto alguien reza
y su plegaria acarrea silencios
insalvables bajo la pálida
incandescencia de la bombilla
del patio trasero
donde el viento ha hecho nido
y convoca

Con hambre en los ojos
sentado al pie de viento
llena se llega la luna
grande y redonda
con un zumbido sordo de estrellas
tras el velo largo del indiferente cielo
como moscas en la azuledad de la noche
acuden los profundo intento fluorescentes
farolas distantes, rosario de luces
ojos del cosmos que miran
el arcano silencio del tiempo
la inmanencia del pensamiento
el hombre desnudo
que no termina de bañarse en la cambiante agua
del mismo río

todo se expande
y se enfría
hasta romperse
como el humo del cigarro
que se prende de las ramas
las pestañas
los sueños
y desaparece

pronunciada precipitación 
en fuga permanente
oquedad sin fondo
garganta divina
diabólica oscuridad
los labios del cosmos ocultan
la caja de pandora
los misterios del saber
la delgada trama de lo fáctico
que anuncia desgarrarse en la llegada de otoño
un lunes cualquiera

la noche sobre mis sienes es una sábana

la Luna soberana
se abre como mujer dispuesta
siempre distante
lúbrica lucidez
nomenclatura de la permanencia
abajo el humo del café y el lento cigarro
a un costado yo
cuestionando a la nada
y al silencio
buscando desesperado
lo que nunca tuve
lo que he encontrado