jueves, 27 de noviembre de 2014

Desolation Road



Al filo de esta sucesión de segundos sin tiempo 

despierto en medio de un aullido 

profundo para deshilachar rocas 

como polvo en nevada 

reclamo palabras de consuelo o calma 

entre las raíces profundas del silencio 

y escapo cual gusano de la mansa calma 

y al abrir los ojos 

como el crepúsculo caigo sin oponer resistencia 

en el simulacro permanente del ahora 

y sus olas 

tras los cristales miro mi estatura 

como quien gravita en otoño 

y en torno al verdugo afilo la cuchilla 

que beberá mi sangre de un trago 

lo sé, escurro la sed de mi garganta 

incluso de mis orejas sacudo las penas 

larvas de cangrejo que me acompañan 

y calan profundos agujeros 

en el maderamen de la baca que llaman alma 

  

Inexorablemente veo caer las gotas del presente 

como peregrinos albatros a mis costados 

como rocío en el asfalto sus plumas me acarician 

días repetidos en la ventana como lágrimas 

coágulos de memoria, islas de condenación 

pretéritas jugarretas del olvido desolado 


la resignación es un punto aparte 

que huele a madriguera de elefantes

rastrojos solidarios del desconsuelo

floración puberal del eden

manchas en el tapete cósmico 
a libro cerrado


saboreo un poco de aguardiente y sal 

sortilegio de vagabundo en verano mientras 

presiento que en el tapizado celeste 

aquel beozar esconde la noche 
otra vez los segundos

uno tras otro como negras rocas volcánicas 

se decantan sobre mis sienes abisales 

llegan al mar de mis delirios
y entre sargazos 

maraña de dédalos  

rinden armas y escudos sin luchar 


el esplendor de la seducción de la luz 

intenta naufragar en este páramo 

mientras calafateo los recodos de mi psique  

hambrienta
recónditos oscuros claros de la desesperación 

donde escondo garabatos licenciosos  

un par de versos 

los recuerdos del ayer perfumados
aquella infancia y aquellos suelos
que entre montañas

escurren el frío 
así saboreo el viento mientras brindo 

delicados estertores agónicos de animal en celo 

aúllo sin freno a una estrella 

frente al vórtice de mis pupilas 
me detengo  entre sorbos

gravito en torno al horizonte de sucesos 

velocidad y congelamiento a toda máquina 

vapores yacentes cual osamentas de teatro 

que estimula al vómito de soles y galaxias 
en una copa

inhaladas profundas  

aspiraciones perdidas frente al televisor 

no puedo esperar 

en mi mente el conflicto se arremolina 

las demandadas agendas del bienestar

son una ofensa más desde los púlpitos del palabreo 

las insatisfacciones repollan con el tiempo 

maná al filo de aquel infierno 

donde la exuberancia un día respiró 

como aquel vergel anclado a la costa 

donde ya no quedan ni las sobras de las sombras 

paralelas rieles oxidadas 

más de olvido y desuso, que a causa del terco salitre 

duermen incansables sobre pilares 

los fantasmas de la prosperidad 
en rigor mortis

mientras resisten el embate de las olas 

son tildes en el océano 

lastiman mis ojos de mar 

en especial cuando la tarde tiende a cobre 

y de paso se oxida el universo 

antes de que caiga con su peso la noche 

como brea y perfume el alma mía
al filo del infierno.